Violeta Barba: Presidenta de Las Cortes de Aragón

“Están siendo años importantes para el feminismo, porque se está prestando más atención a nivel institucional”


Abogada laboralista, especializada en Género y Trabajo, Violeta Barba es desde septiembre 2016, presidenta de Las Cortes de Aragón, segundo cargo institucional más relevante de la comunidad autónoma. En las I Jornadas Internacionales Feministas de Zaragoza, moderará una mesa dedicada a la memoria de las mujeres que han sido resistencia: "Contra la represión, memoria, justicia y reparación"

- Zaragoza y Aragón serán, el 8 y 9 de noviembre, epicentro del debate sobre feminismo y las nuevas políticas públicas. ¿Qué se busca aportar desde el enfoque de memoria y reparación?

En primer lugar, quería agradecer a CTXT y al Ayuntamiento de Zaragoza la organización de estas jornadas. Hablar de feminismo, con todas sus letras y sin complejos, es imprescindible para romper con los tabúes que aún existen en torno a esa palabra y a interpretaciones interesadas de lo que en realidad es la lucha por la igualdad de las mujeres. Y en ese sentido se integra esta mesa redonda; porque si es necesario hablar de la situación actual también es imprescindible reconocer las situaciones históricas sufridas por las mujeres.

Desde la quema de "brujas" a la violencia física y sexual cometida impunemente a lo largo de los siglos, desde el silencio impuesto por el reconocimiento social a mujeres punteras en sus ámbitos profesionales a la doble discriminación sufrida por las mujeres en colectivos ya de por sí discriminados. Sólo reconociendo estas situaciones, y otras que podremos conocer en esta mesa redonda, se pueden cerrar heridas y poner soluciones para que nunca vuelva a pasar.

- Va a moderar una mesa con participación de politólogas, periodistas y activistas de Perú, Argentina, Portugal... ¿qué destaca de las voces que se van a escuchar?

Son todas ellas voces femeninas comprometidas con los derechos humanos, que han denunciado, desde la comunicación social, el activismo y otros campos, la violencia y las formas de control ejercidas desde los aparatos del Estado contra las mujeres que han sido históricamente sostén de comunidades o aglutinadoras de resistencia.

No solo han dado voz esas mujeres -300.000 esterilizadas en Perú por el gobierno de Fujimori; los miles de torturadas y desaparecidas por la dictadura argentina en la temida Escuela de Mecánica de la Armada, las mujeres gitanas perseguidas, las represaliadas por el franquismo- sino que claman por el gran desafío pendiente: exigen verdad, justicia y reparación para todas ellas. En definitiva, siguen en lucha desde su compromiso diario feminista por acabar con la impunidad y por construir memoria, en aras a lograr un futuro justo y libre para todas.

- Como presidenta de las Cortes, ¿qué balance hace de la acción institucional en el ámbito de igualdad de género y qué iniciativas se están impulsando en esta materia en Aragón?

Creo que el hecho de que haya una mujer al frente del Parlamento aragonés que se autodefine como feminista está suponiendo un hecho diferencial en la manera de trabajar, y está sirviendo para visibilizar y normalizar a mujeres en puestos de responsabilidad pública. De igual manera, creo que están siendo años importantes para el feminismo, porque se está prestando más atención a nivel institucional a este tipo de políticas y, por ejemplo, me siento especialmente orgullosa de que se haya podido aprobar la primera Ley de Igualdad de Aragón, que recoge esta lucha como algo transversal que hay que conseguir y aplicar en la sociedad aragonesa y no como algo propio de los servicios sociales.

- Pregunta obligada: su opinión y una primera respuesta a la cuestión principal que da título a las jornadas. ¿Cómo puede cambiar el mundo el feminismo?

El feminismo es esencial. Es la lucha por el reconocimiento de las situaciones injustas y violentas que sufrimos por el mero hecho de ser mujeres, con la finalidad de poner soluciones y cambiar el modelo para conseguir la igualdad real. Y esto, la necesidad de igualdad de las mujeres no es cuestionable, porque ninguna sociedad puede llamarse democrática si tiene oprimido, silenciado y violentado al 51% de sus miembros. Yo he vivido este año 2018 con esperanza por ver a tantas jóvenes autoproclamarse sin complejos como feministas. Esperemos que esta ola dure y sirva para llegar, por fin, a buen puerto.


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